Siempre he pensado que no hay cosa que no podamos hacer si en verdad queremos hacerlo. En otras palabras, el que persevera alcanza. Le digo a Dan con cierta frecuencia, que si hay algo que se le ocurra hacer, ya sea de publicidad, de productos, de grabación… que no se limite por lo que ya sabemos hacer. En el 2005 empezamos a grabar un disco, sin saber absolutamente nada de cómo hacerlo. Compré unos libros con tips para grabar, con métodos de mezcla, tras poca investigación, honestamente, compré unos micrófonos para batería (Shure PGADRUMKIT7) y un confiable Shure SM57. Así como una interfaz de audio y una consola / mezcladora. Nos tomó casi un año grabar ese disco, y al final, si bien estabamos contentos con el producto, tan sólo meses después, yo sentía que podíamos haberlo hecho sonar mucho mejor.
En fin, ésa es una historia para otro día. Éste 2018 ya me enseñó a tener más cuidado con lo que creo ser capaz de hacer. Los discos fueron elaborados a mano por una persona en Ohio, USA. No son discos de vinyl convencionales, y su sonido es considerablemnte diferente. Más callado, con más ruido y menos definido. Ciertamente es distinto y no para mejora alguna. Pero es “aceptable”. Y siendo honestos, pocos van a comprar el vinyl para escucharlo. En toda compra del vinyl, estoy incluyendo una copia en CD, junto con los códigos de descarga del disco, más una descarga gratis de “Souvenir“. Los retos por los que recuerdo haber pasado para llegar a ésto fueron los siguientes:
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Recorte de pistas.
- La diferencia más obvia entre un formato digital (aka CD) y uno análogo (como la cinta o, en éste caso, el vinyl), y duh, todos sabemos ésto, es la capacidad. Todo el tiempo, calculé que podría meter 22 minutos por lado. Tuve que hacer múltiples recortes a muchas canciones. Quitando intros, acortando outros, eliminando solos… El disco, antes de los recortes, duraba cerca de 50 minutos. Se acortó a 42:43. Por supuesto que tampoco pude meter en la versión en vinyl las canciones extras (3 versiones acústicas de canciones del disco). Y hacer 2 LPs era muy costoso. Aún no sé si en algún momento saldrán a la luz las versiones originales de las canciones.
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Máster y mezcla para vinyl.
- Resulta que, me siento como un idiota por no saberlo antes, los vinyles no son perfectos, y a diferencia del “conocimiento” hipster, no es que su calidad de sonido sea mejor. Simplemente son diferentes, y tienen diferentes limitantes, cualides y características que un formato digital.
- Otra diferencia es que un vinyl tiene dificultad reproduciendo frecuencias por debajo de los 20Hz y por arriba de los 18kHz. Y parte de la “calidez” del vinyl, es a consecuencia de su característica física y material de fabricación, así que sería buena idea cortar por unos 2db el rango medio-bajo. Los formatos digitales no necesariamente cuentan con éstas limitaciones.
- Dadas las diferencias, después de realizar la mezcla y el máster para CD y versiones digitales, tuve que volver a hacer mezclas y másters con unas pequeñas diferencias para hacerlas óptimas para el vinyl.
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Fabricación en otro país.
- Vivo en México. Trabajo en México y grabo en México. Pero la última fábrica de acetatos en éste país cerró sus puertas hace varios años y si aún están abiertas, no nos fue posible localizarlas. En cualquier caso, no tenemos la solvencia económica de hacer un tiraje de mil piezas. O 500, o incluso 100. Pensé por un rato elaborar 75 y absorber el enorme costo de las placas madre para la prensa, pero finalmente encontré a alguien que me podía hacer, a mano, 15 piezas o menos.
- El reto posteriormente fue el envío. Ya que no tan fácilmente puedo recibir un paquete pesando 4 kilos, con 15 piezas iguales sin pagar cantidades exorbitantes de dinero. Afortunadamente, la familia de mi novia vive en USA, y en una visita a casa de sus papás, regresé con mis discos.
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Elaboración / impresión del arte, a gran escala.
- La persona que se encargó de hacer los discos, Little Elephant, también imprimió las etiquetas centrales del disco, pero desafortunadamente, no hace la impresión o ensamble de las cajas (aka “jackets“). No pensé que fuera tan difícil encontrar quién me imprima éso aquí. Por décadas, siempre hemos impreso todo con unos amigos (hola Mau!), pero en ésta ocasión, no les fue posible encontrar el material (y el plotter que pudiera imprimir sobre él) del tamaño que neceitaba (64 x 35cm).
- Fui a Office Max, Office Depot y Lumen. Imprimí unas muestras en Lumen, en un material muy plástico que por unos días, pensé que estaría bien. Las “plaquitas” con los códigos de descarga son ése material. Tras hacer 4 jackets, me dí cuenta de que no era suficiente. En ensamble era complicado, las cajas no conservaban su rigidez y se veían raro, por no decir feo.
- Afortunadamente, encontré a una empresa local, ubicados en Prado Norte, en el poniente de la ciudad, que me pudo complacer con un cartón similar al utilizado en discos y la impresión, a todo color, del mismo.
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Armado de jackets.
- El material que me imprimieron parecía perfecto, pero a la hora de hacer los dobleces necesarios, se cuartea, y en ocasiones extremas, la capa con tinta se cuartea. Maldita sea.
- Se rompieron varias cajas. Horas de trabajo, miles de pesos invertidos, clientes, amigos y fans compraron mi idea, mi sueño; y les estoy fallando a todos.
- Utilizando una regla de metal con corcho, así como un ándulo de acero, y unas pinzas; logré encontrar una técnica que parece funcionar. No estoy completamente satisfecho, pero amigos y familiares me han dicho que no notan nada fuera de lo ordinario. Me toma casi media hora de estar parado, agachándome, elaborar un jacket. Y dada la posición de mi espalda y el dolor que genera semejante posición, debo tomar descansos frecuentes. No he logrado hacer más de 4 jackets por día. Menos mal que sólo son 15.
Afortunadamente los fans han sido increíblemente amables y han entendido. O al menos pretenden hacerlo. Y por ello, no sólo están en los agradecimientos, también les agradezco aquí. En especial a Ceci e Isabel.
Posiblemente ésta semana estaré realizando los envíos de los paquetes.
Nóta: Si vas a empezar a grabar, lo que sea; es completamente indispensable tener un SM57. No conozco un sólo estudio sin uno o varios de éstos. Y si por el momento no quieres gastar, puedes comprar la imitación por una fracción del precio obteniendo un 90% de la calidad de sonido del Shure. Yo personalmente, tengo 2 de cada uno. Dos Shure SM57, dos Shure SM58
y dos PylePro PDMIC78
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